1.- Rentar vs. Comprar: “Prefiero usar y no amarrarme las cosas… comparto mi experiencia.”
Los consumidores se comienzan a alejar de la necesidad de ser dueños. Desde el Kindle que te permite leer los libros sin tenerlos físicamente, un Uber que permite tener un chofer sin tener que ser dueño de un auto, hasta un Airbnb en donde compartes tú casa con extraños.
¿Tus productos ofrecen la opción de renta? ¿O permiten compartir experiencias?
2.- La mezcolanza de los roles de género: “Somos socios, empleados y papás.”
Las mujeres empiezan a ganar más; y más hombres quieren pasar tiempo con sus hijos (a veces tiene más sentido económico quedarse en casa con los hijos y que la mamá siga trabajando, o ya no da para que sólo uno salga a ganarse la vida). Los roles tradicionales empiezan a borrarse y combinarse.
¿Cómo se está adaptando tu empresa a esta corriente? ¿Ya tienen políticas para mamás y papás?
3.- La nueva anti-etapa de vida “El Swirler” (El mezclador): “Ya no paso linealmente de una etapa de vida a otra.”
Las etapas tradicionales de vida ya no tienen tanta relevancia o los consumidores no se mueven de una a otra de manera consecutiva, lineal. Por ejemplo, las personas comienzan a casarse y tener hijos más tarde, después de la universidad a menudo hay un periodo de re-encontrarse (como una adolescencia tardía – hípsters) ; muchos están en segundas vueltas con familias sui-generis, con hijos de distintos matrimonios; la gente de 65+ sigue activa, o buscan un segundo acto profesional, ya no alcanza para retirarse.
¿Tu organización conoce bien los patrones de comportamiento de sus distintos segmentos? ¿En qué etapa de vida se encuentran, cómo afecta eso su consumo? ¿Qué viene después del Millennial? ¿El Centennial?
4.- ¿Quién soy y qué quiero? “Ya deberías conocerme, aunque no me lo pueda imaginar.”
Los consumidores saben que ya se recolectan un sin fin de datos sobre sus experiencias, compras etc. Esperan que las empresas usen esa información de manera inteligente, para crear mejores productos y para generar mejores experiencias en todos los puntos de contacto.
¿Qué tan bien conoces a tus consumidores? ¿Valoras su lealtad? ¿Mejoras tus procesos en base a sus comentarios?
5.- El polígrafo humano: “Se detectar inconsistencias y mentiras, quiero confiar en mis marcas.”
Los consumidores hacen investigación en línea antes de comprar. Quieren saber en quien deben confiar. Quieren saber de dónde vienen los productos que compran, de dónde vienen sus ingredientes, quién lo armó, como es trabajar en las empresas que los generan.
¿Tus consumidores confían en tu marca? ¿Eres abierto con ellos? ¿Te preocupas por contarles una historia auténtica y verdadera?